En otoño, los níscalos son uno de los hongos más populares y apreciados por los amantes de la gastronomía. Su sabor único y su textura firme los convierten en un ingrediente muy versátil en la cocina. Sin embargo, su corta temporada y su rápida descomposición hacen que muchas personas se pregunten cómo conservarlos para poder disfrutarlos durante más tiempo.
La importancia de conservar correctamente los níscalos
Los níscalos, también conocidos como robellones o rebollones, son un tipo de seta que crece en bosques de coníferas y que se recolecta durante los meses de otoño. A diferencia de otros hongos, los níscalos no se pueden cultivar, por lo que su disponibilidad es limitada y su precio suele ser elevado.
Por esta razón, es importante saber cómo conservar correctamente los níscalos para poder disfrutar de su sabor y aroma durante más tiempo y aprovechar al máximo su temporada. Además, una correcta conservación también nos permite tener siempre a mano este delicioso ingrediente para nuestras recetas.
El truco de frutería para conservar los níscalos sin oxidar
Existen diferentes métodos para conservar los níscalos, como el secado, la congelación o la conservación en vinagre. Sin embargo, uno de los trucos más efectivos y utilizados por fruteros y expertos en setas es el de conservar los níscalos sin oxidar.
El proceso de oxidación en los níscalos se produce cuando entran en contacto con el aire, lo que provoca que se vuelvan oscuros y pierdan su sabor y textura. Por eso, este truco consiste en evitar que los níscalos entren en contacto con el aire y se oxiden.
Para ello, es necesario tener a mano una caja de plástico con tapa, papel de cocina y aceite de girasol.
Paso a paso: cómo conservar los níscalos sin oxidar
A continuación, explicamos el proceso para conservar los níscalos sin oxidar, paso a paso:
- 1. Limpia los níscalos con un paño o cepillo suave para eliminar cualquier resto de tierra o impurezas.
- 2. Corta los níscalos en láminas o trozos, según prefieras.
- 3. Coloca una capa de papel de cocina en el fondo de la caja de plástico.
- 4. Añade una capa de níscalos sobre el papel de cocina, asegurándote de que no se amontonan y dejan espacio entre ellos.
- 5. Rocía los níscalos con aceite de girasol, cubriéndolos por completo.
- 6. Coloca otra capa de papel de cocina sobre los níscalos y repite el proceso hasta que hayas utilizado todos los níscalos y hayas creado varias capas de níscalos y papel de cocina en la caja.
- 7. Cierra la caja con la tapa y guárdala en el frigorífico.
De esta forma, los níscalos estarán en contacto con el aceite de girasol en lugar de con el aire, lo que evitará que se oxiden y se conservarán frescos durante más tiempo.
Otras formas de conservar los níscalos
Además del truco de frutería para conservar los níscalos sin oxidar, existen otras formas de conservar este tipo de setas:
- Secado: Los níscalos se pueden secar al sol o en el horno a baja temperatura. Una vez secos, se pueden guardar en un tarro hermético y utilizar en diferentes recetas.
- Congelación: Otra forma de conservar los níscalos es congelarlos. Para ello, es recomendable blanquearlos previamente en agua hirviendo durante unos minutos antes de congelarlos.
- Conservación en vinagre: Los níscalos también se pueden conservar en vinagre, lo que les da un sabor único y los hace perfectos para ensaladas y aperitivos.
Consejos para elegir y recolectar níscalos
Además de saber cómo conservarlos correctamente, es importante saber elegir y recolectar los níscalos de manera adecuada:
- Elige níscalos que tengan un color naranja intenso y que estén firmes al tacto.
- Evita recolectar níscalos que estén muy maduros o que tengan partes oscuras o blandas.
- No arranques los níscalos del suelo, sino córtalos con un cuchillo para no dañar el micelio y permitir que vuelvan a crecer en la próxima temporada.
- Recolecta los níscalos en una cesta o bolsa de tela, nunca en bolsas de plástico, para evitar que se oxiden.
Recetas con níscalos
Los níscalos son un ingrediente muy versátil en la cocina y se pueden utilizar en una gran variedad de recetas, tanto en platos salados como dulces. Aquí te dejamos algunas ideas para que puedas disfrutar de su sabor y textura en diferentes preparaciones:
- Risotto de níscalos: Esta receta clásica de la cocina italiana es perfecta para aprovechar al máximo el sabor de los níscalos.
- Revuelto de níscalos: Una forma sencilla y deliciosa de disfrutar de los níscalos es en un revuelto con huevos y un poco de ajo y perejil.
- Tarta de níscalos y queso: Los níscalos también se pueden utilizar en recetas dulces, como esta deliciosa tarta con queso y cebolla caramelizada.
los níscalos son una deliciosa y apreciada seta de otoño que se puede conservar durante más tiempo siguiendo el truco de frutería para evitar su oxidación. Con estos consejos y recetas, podrás disfrutar de todo su sabor y aroma durante toda la temporada. ¡Buen provecho!